La Tetera Mágica
En un lejano lugar, existía un
conejo llamado Tereso, era pobre, flojo y caprichoso. Un día se encontraba cerca
de un camino con la tetera a fuego encendido, quiso desayunar y así un buen día
comenzar, cuando percibió que se acercaba, un conejo de ciudad montando una
tortuga, y desde ese momento se le ocurrió brincarle un truco.
Saca la tetera del fuego y en saltos
va rápidamente a una vertiente cerca de allí, en la orilla del lugar de una
patada se puso a bailar, alrededor de la tetera comenzó a cantar: - hierve,
hierve teterita bonita, no me hagas esperar porque quiero desayunar.
El conejo de cuidad, sorprendido de
tal rara actividad, le pregunto prontamente que hacía, y el conejo Tereso le respondió
que estaba haciendo su desayuno.
– ¿y cómo lo logras sin tener fuego? – pregunto el conejo de cuidad y Tereso, manifestó levantando la tapa de la tetera: Ya ve su señor cómo hierve la teterita. Para que hierva no hay más que cantar mi cancioncita - hierve, hierve teterita bonita, no me hagas esperar porque quiero desayunar.
– ¿y cómo lo logras sin tener fuego? – pregunto el conejo de cuidad y Tereso, manifestó levantando la tapa de la tetera: Ya ve su señor cómo hierve la teterita. Para que hierva no hay más que cantar mi cancioncita - hierve, hierve teterita bonita, no me hagas esperar porque quiero desayunar.
El conejo de cuidad, que era bastante
codicioso, intentó comprarle la tetera mágica para ahorrar tiempo en la gran
ciudad, pero el conejo Tereso se hizo mucho de rogar, hasta que le ofreció
mucho dinero por ella y Tereso aceptó. El conejo de cuidad que creyó hacer una
gran inversión, vio luego muy castigada su codicia, pues a pesar del canto y
del baile, no consiguió hervir la teterita y colorín colorado, este cuento se
ha acabado.
Fin
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